Colegios para niños que no quieren estudiar

Allí en su escuela

recomendaciones de los CDC.Apoyo escolar para los estudiantesMuchas familias se recuperarán de los impactos de la pandemia durante años. Si su hijo necesita apoyo, no dude en hablar con su pediatra y el personal de la escuela (incluidas las enfermeras). Están ahí para ayudarle a explorar las opciones y conectar a su familia con el apoyo y los recursos. Más información

La información contenida en este sitio web no debe utilizarse como sustituto de la atención médica y el asesoramiento de su pediatra. Puede haber variaciones en el tratamiento que su pediatra puede recomendar en función de los hechos y las circunstancias individuales.

Ansiedad escolar

Cómo saber si el rechazo escolar es temporalMuchos niños tienen problemas para concentrarse durante la enseñanza a distancia. Y muchos niños están preocupados, solos y ansiosos, lo que puede dificultar su aprendizaje. El rechazo al colegio es una forma de decirte que no está preparado para aprender en este momento. Algunos niños pueden dejar de rechazar la escuela una vez que las rutinas vuelven a la normalidad. Otros pueden sentirse gradualmente más cómodos una vez que regresan a la escuela y confían en que todos están seguros y sanos.Una de las cosas más importantes que puedes hacer es crear un espacio seguro para que los niños hablen. Más información sobre cómo conseguir que los niños se abran a la escuela.

Pasos siguientesIntenta poner las cosas lo más fácil posible para los niños que todavía están aprendiendo en casa. Esto puede reducir el estrés, sobre todo en el caso de los niños que tienen dificultades para concentrarse. Si eres padre o cuidador, comparte lo que ves con los profesores y pregúntales si han visto reacciones similares. Hable también con su hijo. Tenga en cuenta que el rechazo escolar suele estar relacionado con la ansiedad. Explora los signos de ansiedad en los niños más pequeños y en los mayores, y acude a un profesional de la salud si te preocupa.

¿Qué puede hacer para reducir la ansiedad en su clase?

Para muchos padres, conseguir que sus hijos hagan los deberes es una lucha nocturna. Algunos niños se niegan a hacer los deberes. Otros afirman que no tienen deberes, pero luego sale el boletín de notas y te das cuenta de que no los han hecho.

Entonces, ¿por qué es tan difícil hacer los deberes? En mi opinión, una de las principales razones es que a los niños les cuesta concentrarse en casa. Míralo de esta manera: cuando tu hijo está en la escuela, está en un aula donde no hay muchas distracciones. El aprendizaje está estructurado y organizado, y todos los alumnos se centran en lo mismo.

Pero cuando su hijo llega a casa, su cerebro cambia al modo “tiempo libre”. En su mente, el hogar es un lugar para relajarse, comer un bocadillo, escuchar música y jugar a los videojuegos. Los niños simplemente no ven la casa como el lugar para hacer las tareas escolares.

Si las luchas por los deberes que experimentan forman parte de un patrón más amplio de comportamiento de actuación, entonces el niño se está resistiendo para conseguir poder sobre ti. Pretenden hacer lo que quieren cuando quieren hacerlo, y los deberes se convierten en otro campo de batalla. Y, como en cualquier otro campo de batalla, los padres pueden utilizar tácticas que tengan éxito o tácticas que fracasen.

Cómo educar a un niño

Menú adicionalLa mayoría de las personas que viven hoy en día, en nuestra cultura, tuvieron la misma escolarización que sus vecinos y amigos, independientemente de sus diferencias de personalidad e intereses. Se les agrupaba por edades, se les decía lo que debían saber, se les examinaba para asegurarse de que lo sabían y se les hacía sentir avergonzados si sabían más o menos que la cohorte de edad con la que se les obligaba a “aprender”. Además de ser completamente contrario a la forma en que los niños aprenden mejor, este sistema prepara el terreno para una serie de consecuencias desafortunadas.

A veces el daño es evidente. Tal vez usted tenga un hijo que claramente no está disfrutando de la escuela. O un niño al que la escuela ha tachado de desordenado, antisocial, desganado o incluso con problemas de aprendizaje. O tal vez se haya dado cuenta de que la chispa creativa y el deseo de aprender que veía en su hijo pequeño han ido disminuyendo desde que éste empezó a ir al colegio.    No está solo.    El problema no eres tú, ni tu hijo, ni siquiera los profesores o administradores. Es el sistema.    La forma en que usted y su hijo se sienten en la escuela es el resultado directo de un sistema que no puede apoyar los intereses individuales y los estilos de aprendizaje. Si te paras a pensarlo, ¿no debería ser el aprendizaje: