Es utilizado por los geólogos para estudiar la composición y la estructura del interior de la tierra
Los lugares más profundos de la Tierra se encuentran en Sudáfrica, donde las empresas mineras han excavado 3,5 km en la Tierra para extraer oro. Nadie ha visto más profundo en la Tierra que los mineros sudafricanos porque el calor y la presión que se sienten a estas profundidades impiden a los humanos ir mucho más profundo. Sin embargo, el radio de la Tierra es de 6.370 km: ¿cómo podemos empezar a saber lo que hay debajo de la fina piel de la Tierra si no podemos verlo?
Pruebas sobre el interior de la Tierra Isaac Newton fue uno de los primeros científicos en teorizar sobre la estructura de la Tierra. Basándose en sus estudios sobre la fuerza de la gravedad, Newton calculó la densidad media de la Tierra y descubrió que era más del doble de la densidad de las rocas cercanas a la superficie. A partir de estos resultados, Newton se dio cuenta de que el interior de la Tierra tenía que ser mucho más denso que las rocas de la superficie. Sus descubrimientos excluían la posibilidad de un submundo cavernoso y ardiente habitado por los muertos, pero seguían dejando muchas preguntas sin respuesta. ¿Dónde empieza el material más denso? ¿En qué se diferencia la composición de las rocas de la superficie? Los respiraderos volcánicos como el de Shiprock sacan de vez en cuando trozos de Tierra de hasta 150 km de profundidad, pero estas rocas son raras, y tenemos pocas esperanzas de realizar el Viaje al Centro de la Tierra de Julio Verne. En su lugar, gran parte de nuestros conocimientos sobre la estructura interna de la Tierra proceden de observaciones a distancia, concretamente de las observaciones de los terremotos. Los terremotos pueden ser extremadamente destructivos para los humanos, pero proporcionan una gran cantidad de información sobre el interior de la Tierra. Esto se debe a que cada terremoto emite una serie de ondas sísmicas en todas las direcciones, de forma similar a la forma en que lanzar una piedra en un estanque envía ondas a través del agua. La observación del comportamiento de estas ondas sísmicas en su recorrido por la Tierra nos permite conocer los materiales por los que se mueven.
Composición de la tierra
La Tierra es más que lo que podemos ver en la superficie. De hecho, si pudieras sostener la Tierra en tu mano y cortarla por la mitad, verías que tiene múltiples capas. Pero, por supuesto, el interior de nuestro mundo sigue guardando algunos misterios para nosotros. Aunque exploremos intrépidamente otros mundos y pongamos satélites en órbita, el interior de nuestro planeta sigue estando vedado para nosotros.
Sin embargo, los avances en sismología nos han permitido aprender mucho sobre la Tierra y las numerosas capas que la componen. Cada capa tiene sus propias propiedades, composición y características que afectan a muchos de los procesos clave de nuestro planeta. Son, por orden de exterior a interior, la corteza, el manto, el núcleo externo y el núcleo interno. Echemos un vistazo a ellos y veamos qué es lo que tienen.
Como todos los planetas terrestres, el interior de la Tierra está diferenciado. Esto significa que su estructura interna está formada por capas, dispuestas como la piel de una cebolla. Si se quita una, se encuentra otra, que se distingue de la anterior por sus propiedades químicas y geológicas, así como por las grandes diferencias de temperatura y presión.
La división de ciencias de la tierra de la Nasa
La ciencia de la Tierra o geociencia incluye todos los campos de las ciencias naturales relacionados con el planeta Tierra. Es una rama de la ciencia que se ocupa de las complejas constituciones físicas, químicas y biológicas y de los vínculos sinérgicos de las cuatro esferas de la Tierra, a saber, la biosfera, la hidrosfera, la atmósfera y la geosfera. La ciencia de la Tierra puede considerarse una rama de la ciencia planetaria, pero con una historia mucho más antigua. La ciencia de la Tierra abarca cuatro ramas principales de estudio: la litosfera, la hidrosfera, la atmósfera y la biosfera, cada una de las cuales se desglosa en campos más especializados.
Existen enfoques reduccionistas y holísticos en las ciencias de la Tierra. También es el estudio de la Tierra y sus vecinos en el espacio. Algunos científicos de la Tierra utilizan su conocimiento del planeta para localizar y desarrollar recursos energéticos y minerales. Otros estudian el impacto de la actividad humana en el medio ambiente de la Tierra y diseñan métodos para proteger el planeta. Algunos utilizan sus conocimientos sobre los procesos de la Tierra, como los volcanes, los terremotos y los huracanes, para planificar comunidades que no expongan a la población a estos peligrosos fenómenos.
Geología
La astronomía es el estudio de los objetos y fenómenos celestes. Es el término global que estudia todo lo que está más allá de la atmósfera terrestre. Aplica los conceptos de la física, la biología y la geología para explicar su origen y evolución.
La astrofísica aplica las leyes de la física a las galaxias, las estrellas, los cuerpos celestes y el universo en su conjunto. Por ejemplo, la astrofísica examina la evolución y clasificación de las galaxias, la relatividad general y el universo en expansión.
La cosmología estudia cómo se creó el universo, su evolución y su destino final. Por ejemplo, la cosmología estudia el origen del universo a partir de la teoría del Big Bang y las fases, así como su evolución en el futuro.
La espectroscopia aplica los principios de la luz para comprender la materia. Por ejemplo, el universo se expande porque medimos el corrimiento al rojo de la luz. El corrimiento al rojo significa que la luz se estira cuando los objetos se alejan. En cambio, se desplaza hacia el azul cuando se acerca.
La fotometría recoge la luz dentro de un rango de longitudes de onda para determinar la luminosidad de los objetos astronómicos. Una vez captadas las medidas fotométricas de un objeto celeste, los astrónomos pueden medir sus propiedades físicas, como la temperatura, la composición química o la distancia.