Música clásica
Es posible que haya oído hablar del efecto Mozart: la idea de que escuchar a Mozart nos hace «más inteligentes». Se basa en una investigación que descubrió que escuchar música clásica compleja, como Mozart, mejoraba los resultados de los exámenes. Según el investigador, esto se debía a la capacidad de la música para estimular partes de nuestra mente que desempeñan un papel en la capacidad matemática.
Una investigación realizada en la década de 1990 descubrió el «efecto Blur», según el cual los niños que escuchaban al grupo de brit pop Blur parecían obtener mejores resultados en los exámenes. De hecho, los investigadores descubrieron que el efecto Blur era mayor que el efecto Mozart, simplemente porque los niños disfrutaban más de la música pop como Blur que de la música clásica.
Probablemente por ello, la comprensión lectora disminuye cuando se escucha música con letra. La música también parece distraer más a los introvertidos que a los extrovertidos, quizá porque los introvertidos se sobreestimulan más fácilmente.
Descubrieron que el único caso en el que se producía una disminución real del rendimiento era cuando se escuchaba música rápida y alta (es decir, a la velocidad de Shake It Off de Taylor Swift y con el volumen de una aspiradora).
Música clásica para estudiar
La falta de sueño de los estudiantes universitarios compromete los procesos de consolidación de la memoria necesarios para retener los materiales del curso. La reactivación de la memoria durante el sueño (TMR) podría ser una solución. Cincuenta estudiantes universitarios completaron una clase de microeconomía de nivel universitario (basada en las matemáticas) mientras escuchaban música clásica distintiva (Chopin, Beethoven y Vivaldi). Después de que se durmieran, volvimos a reproducir las canciones de música clásica (TMR) o un ruido de control durante el sueño de ondas lentas. En relación con la condición de control, la condición TMR mostró una mejora del 18% en los ítems de transferencia de conocimientos que medían la integración de conceptos (d = 0,63), aumentando la probabilidad de «aprobar» el examen con una nota de 70 o superior (OR = 4,68; IC 95%: 1,21; 18,04). Los beneficios de la TMR no se extendieron a una prueba de seguimiento a los 9 meses, cuando el rendimiento descendió a niveles mínimos, lo que demuestra que las curvas de olvido a largo plazo son en gran medida resistentes a los recuerdos consolidados experimentalmente. Los análisis espectrales revelaron una mayor actividad theta frontal durante el sueño de ondas lentas en la condición TMR que en la condición de control (d = 0,87), y una mayor actividad theta frontal en todas las condiciones se asoció con la protección contra el olvido a largo plazo en las pruebas de seguimiento al día siguiente y a los 9 meses (rs = 0,42), al menos en las estudiantes. Por lo tanto, los estudiantes pueden aprovechar la música instrumental -que ya suelen combinar con el estudio- para prepararse para los exámenes académicos, un enfoque que puede promover el éxito y la persistencia en el curso.
Música para estudiar
Pero la música clásica tiene algo especial. Los grandes Beethoven y Chopin tienen creaciones tan grandiosas que combinan las melodías y el sonido de los instrumentos para activar sentimientos. Si utilizamos el proceso de creación inverso podemos ver que esa música se ha creado utilizando sentimientos que han surgido de la pasión de esos creadores para ofrecer una muestra de sus sentimientos.
La mayoría de las canciones tienen un videoclip que desvela la historia que hay detrás de la canción o la letra, pero no hay muchas canciones clásicas que utilicen letra, ya que ésta es la magia del género clásico. Esto permite al oyente crear su propio videoclip en función de sus emociones, su estado de ánimo y, sobre todo, sus recuerdos. Nuestro cerebro siempre intenta asociar diferentes emociones con recuerdos que han sucedido a lo largo de nuestra vida. Un estudio ha demostrado que la música es muy buena para ofrecer a las personas con Alzheimer estabilidad en sus recuerdos al recordar cosas basadas en las canciones, así como en las emociones que tienen mientras escuchan la canción.
El poder cerebral de Mozart
Con ese examen de Biología tan detallado a la vuelta de la esquina, has estado dándole a los libros con cada segundo libre que tienes. Durante las sesiones nocturnas de estudio a la luz de las estrellas, pasas continuamente de la medianoche y las horas se multiplican. ¿Y si hubiera una práctica más beneficiosa que pasar horas y horas de silencio en tu dormitorio?
Seguro que has oído alguna vez que la música ayuda a estudiar. Pero, ¿sabes por qué tanto padres como profesores te instan a sintonizar iTunes? Los estudios han demostrado que la música produce varios efectos positivos en el cuerpo y el cerebro del ser humano. La música activa tanto el hemisferio izquierdo como el derecho del cerebro al mismo tiempo, y la activación de ambos hemisferios puede maximizar el aprendizaje y mejorar la memoria. Descubre el efecto de la música en tu cuerpo y tu cerebro, y descubre cómo mejorar tus estudios con canciones.
En mitad de un semestre ajetreado, el estrés de los estudiantes se dispara. Esta es la razón perfecta para repasar los apuntes de clase con música: ¡está demostrado que ayuda a reducir el estrés! El Centro Médico de la Universidad de Maryland revela que los estudiantes deberían «escuchar música». La música es un eficaz reductor del estrés tanto en individuos sanos como en personas con problemas de salud. Las investigaciones revelan que escuchar música relajante puede disminuir la presión arterial, la frecuencia cardíaca y los niveles de ansiedad en pacientes cardíacos» (Centro Médico de la UMD). Esta afirmación revela el poderoso efecto que las canciones por sí solas pueden tener en el cuerpo humano. Así que enciende la radio para combatir el estrés antes de ponerte a estudiar.