Autocuidado para las enfermeras de la UCI
Al escribir un blog por primera vez, mis niveles de ansiedad empezaron a aumentar. Como enfermera tengo mis propias normas y expectativas sobre cómo me expreso, además de una gran experiencia. Sin embargo, ¡esto era nuevo! Mi ansiedad comenzó a aumentar, incluso “¿Qué es un blog? A pesar de los ánimos de mis compañeros, dudaba de mí misma.
Probablemente todos experimentamos esto en algún momento; una respuesta natural a algo que se espera de nosotros fuera de nuestra zona de confort. La forma en que respondamos a estos sentimientos determinará la forma en que finalmente nos enfrentemos al problema, pero también el impacto en nuestra salud y bienestar.
Todos tenemos estrategias para afrontar las situaciones. Aunque algunas personas parecen enfrentarse a ellas mucho mejor y son muy ingeniosas, se entusiasman con los retos y se les da bien la resolución de problemas, otras, cuando se enfrentan a un nuevo reto, se ponen especialmente ansiosas. Pueden interiorizar estos pensamientos y parecer poco receptivos o crear escenarios o soluciones mucho más complejas de lo necesario.
Todo el mundo puede aprender nuevas estrategias para apoyar y mejorar las habilidades existentes o aprender nuevas habilidades de enfoque que no conocen. Todos tenemos la habilidad y las capacidades dentro de nosotros, pero esto puede depender de otras estructuras de apoyo externas a las que podemos recurrir.
Cuestionario de autocuidado para enfermeras
Como estudiante de enfermería, soy un cuidador y entiendo la importancia de apoyar a los pacientes, las familias y los colegas. Sin embargo, a veces esto puede afectar a mi propio bienestar. Por lo tanto, es importante que desarrolle estrategias de afrontamiento que puedan nutrir mi propio bienestar mental y físico, permitiéndome así tener la capacidad de ofrecer una atención segura y de alta calidad centrada en el paciente. La investigación sobre los beneficios de apoyar el bienestar del personal es cada vez mayor, y el sistema sanitario reconoce y comprende cada vez más que un personal bien apoyado no sólo es beneficioso para la salud del individuo, sino que también puede hacernos mejores y más seguros clínicos.
Las principales obligaciones de proteger la salud, la seguridad y el bienestar de los trabajadores son responsabilidad de los empleadores, pero creo que hay varias prácticas de autocuidado que puedo utilizar para mejorar mi propio bienestar. Siempre me ha apasionado descubrir estrategias para mejorar mi bienestar físico y mental. En estos tiempos de incertidumbre, sé lo importante que es mantener estos rituales de autocuidado. Entre ellos se encuentran los descansos asignados, mantenerse activo y practicar la atención plena. He decidido centrarme en estas prácticas de autocuidado, ya que creo que son las que más me han beneficiado a lo largo de mi carrera de enfermería.
Herramienta de evaluación del autocuidado para enfermeras
Con una pandemia que sigue afectando al mundo, la necesidad de que los profesionales de la salud se tomen tiempo para el autocuidado es más fuerte que nunca. Como primeros intervinientes en la primera línea, los enfermeros también deben cuidarse a sí mismos para proporcionar una atención de calidad constante a sus pacientes.
Según la Organización Mundial de la Salud, el autocuidado incluye “la capacidad de las personas, las familias y las comunidades para promover la salud, prevenir la enfermedad, mantener la salud y hacer frente a la enfermedad y la discapacidad con o sin el apoyo de un profesional sanitario”.
Gran parte del tiempo de una enfermera se centra en ayudar a los demás, por lo que es fácil que las enfermeras se olviden de su propia salud. Kendall Conn, enfermera de oncología pediátrica, explica la necesidad del autocuidado con el dicho común: “No se puede servir en una taza vacía”.
El autocuidado es la forma en que una enfermera puede promover su propia salud (física, psicológica, social, espiritual y emocional). Esta guía incluye formas en las que las enfermeras pueden participar en el autocuidado, detallando cómo la “recarga” puede ayudar a mejorar la atención al paciente.
Estrategias de autocuidado para estudiantes de enfermería
Según los datos recogidos en la encuesta HealthyNurse® de la Asociación Americana de Enfermería, existe “una necesidad urgente de mejorar la salud [de las enfermeras], especialmente en las áreas de actividad física, nutrición, descanso, seguridad y calidad de vida”.
Tal vez no resulte sorprendente que el 70% de las enfermeras encuestadas para el estudio afirmen que anteponen la salud, la seguridad y el bienestar de sus pacientes a los suyos propios. Al mismo tiempo, el 77% informó de que corría un “nivel de riesgo significativo” de estrés en el trabajo.
El autocuidado es cualquier actividad deliberada que realizamos para procurar nuestro bienestar físico, mental y espiritual. Es importante para los trabajadores de todos los ámbitos, pero especialmente para las enfermeras, que pasan sus horas de trabajo cuidando de los demás. El autocuidado reduce el estrés, repone la capacidad de compasión y empatía de la enfermera y mejora la calidad de los cuidados. También lo recomienda la Asociación Americana de Enfermería en su Código Deontológico.
“La enfermería puede ser un campo traumático para trabajar”, dice Wendy Mason, doctora, miembro de la facultad de enfermería de la Universidad de Purdue Global. “Las enfermeras están expuestas al dolor, al sufrimiento y al trauma, y a menudo estamos traumatizadas y ni siquiera nos damos cuenta. El autocuidado es en realidad una responsabilidad, como se puede ver en el Código de Ética. Si no nos cuidamos a nosotros mismos, no podemos cuidar a los demás”.